Pv vs solar térmica
Existen dos tipos de tecnología para generar electricidad a partir de la energía solar: la fotovoltaica y la termosolar. Estos dos conceptos aprovechan el sol como fuente de energía, pero difieren en cuanto a su gestionabilidad y su adaptación a la demanda.
El crecimiento demográfico supone un reto para la humanidad, ya que conlleva un aumento de la demanda de electricidad. La solución a este reto es compleja porque requiere el desarrollo de sistemas eléctricos limpios y sostenibles. Sólo así podremos limitar los efectos del cambio climático, que se ha vinculado definitivamente a las emisiones de gases de efecto invernadero producidas como consecuencia de la actividad humana. La energía solar es una de las principales alternativas en este campo, e implica el uso de dos tipos principales de tecnología:
La tecnología termosolar concentra la energía del sol para obtener energía térmica. Esta energía térmica se utiliza para generar vapor, que a su vez acciona una turbina convencional que produce electricidad. La energía solar térmica genera electricidad de forma gestionable, es decir, a demanda. Existen dos tipos principales de tecnología termosolar comercial: la de torre y la de colectores cilindro-parabólicos. En la actualidad, representan casi 4 GW de potencia instalada, de los cuales 3.370 MW proceden de centrales de colectores cilindro-parabólicos y 538 MW de centrales termosolares de torre.
¿Cuál es la diferencia entre energía solar térmica y fotovoltaica?
La energía solar fotovoltaica se basa en el efecto fotovoltaico, por el cual un fotón (la unidad básica de la luz) que incide sobre una superficie hecha de un material especial genera la liberación de un electrón. La energía solar térmica, por su parte, utiliza la luz solar para calentar un fluido (dependiendo de la aplicación concreta, puede ser agua u otro fluido).
¿Es mejor la energía solar térmica que la fotovoltaica?
La energía solar térmica ocupa menos espacio que la fotovoltaica. Pueden ser hasta un 70% más eficientes en la captación de calor de los rayos solares que la energía solar fotovoltaica. La tecnología en sí es menos compleja que la solar fotovoltaica. Es la solución perfecta para calentar agua.
¿Cuál es la diferencia entre energía solar luminosa y energía solar térmica?
Las centrales solares utilizan tecnología de semiconductores o fotovoltaica para producir electricidad. La central termosolar utiliza tecnología termosolar, es decir, la conversión del calor de la luz solar en vapor para producir electricidad.
Tipos de energía solar
La transición a las energías renovables está cobrando impulso a medida que aumenta la preocupación por el cambio climático y la seguridad energética, y la energía solar está a la cabeza. Tanto la energía solar fotovoltaica (FV) como la solar térmica son soluciones sostenibles punteras. Lee esta guía para conocer las diferencias y decidir cuál se adapta mejor a tus propósitos.
Respuesta rápida: Tanto la energía solar fotovoltaica como la solar térmica aprovechan la energía del sol, pero con fines distintos. Los sistemas fotovoltaicos (FV) convierten la luz solar directamente en electricidad, mientras que los sistemas térmicos producen energía térmica para sistemas de calefacción residenciales, como agua caliente o calefactores.
Las diferencias también se reducen a cómo captan la energía de la luz solar. Los sistemas fotovoltaicos generan electricidad cuando los paneles fotovoltaicos captan la energía solar y la convierten en electricidad continua. Los sistemas térmicos captan el calor del sol mediante paneles térmicos que absorben la energía térmica del sol y la transmiten a un fluido caloportador.
La tecnología solar fotovoltaica (FV) es un sistema de energía renovable que convierte la luz solar en electricidad mediante paneles solares. Un panel fotovoltaico contiene células fotovoltaicas, también llamadas células solares, que convierten los fotones de luz (luz) en voltaje (electricidad). Este fenómeno se conoce como efecto fotovoltaico.
Solar frente a fotovoltaica
El aumento de la popularidad de la energía solar viene acompañado de la expansión de las tecnologías asociadas a ella. Después de todo, una vez que la gente se dio cuenta de que el sol se puede utilizar para generar electricidad, es comprensible que encontraran la manera de hacerlo. Hasta ahora, se utilizan dos tecnologías para generar energía solar. Se trata de la energía solar concentrada (CSP) y la fotovoltaica (PV).
Pero, ¿cuál es la diferencia entre estas dos? Y si es posible, ¿cuál de ellas es la mejor opción? Para responder a estas preguntas, es mejor que comparemos y contrastemos estas dos tecnologías para ver en qué se diferencian y qué ventajas e inconvenientes ofrecen.
Para empezar, los sistemas termosolares de concentración (CSP) producen energía eléctrica convirtiendo la energía del sol en calor a alta temperatura mediante diversas configuraciones de espejos. La forma en que funciona esta tecnología en particular es que la energía del sol se concentra mediante varios reflectores, y esta energía concentrada se utiliza después para impulsar un motor térmico y accionar un generador eléctrico. Las centrales que utilizan este sistema constan de dos partes: una que recoge la energía solar y la convierte en calor, y otra que convierte la energía térmica en electricidad.
Energía solar
La diferencia entre los paneles solares térmicos y los fotovoltaicos es una cuestión de tecnología y aplicación. Tanto la energía solar térmica como la solar fotovoltaica dependen del sol para producir energía, pero ahí es donde sus caminos divergen. En pocas palabras, un sistema solar térmico aprovecha la luz solar para generar calor. Un sistema solar fotovoltaico utiliza la luz solar para generar electricidad. Ambos utilizan paneles solares, pero es fácil distinguir a simple vista entre la energía térmica y los paneles de energía solar.
¿Cómo funciona la energía solar térmica? Depende del panel. Este tipo se parece a los paneles fotovoltaicos, en que son placas planas y oscuras montadas en un tejado. Estas placas suelen denominarse “colectores solares térmicos” y son esencialmente intercambiadores de calor. Se componen de:
Además de los paneles o colectores, los sistemas solares térmicos también utilizan una bomba -que puede ser alimentada por sistemas solares fotovoltaicos- para mover el fluido por el ciclo, y un sistema de control para evitar que el líquido enfríe el depósito en los días fríos.
La eficiencia de los sistemas solares térmicos frente a los fotovoltaicos no está reñida. Los paneles solares fotovoltaicos no son tan eficientes como los térmicos, ya que convierten en electricidad aproximadamente el 20% de la luz solar captada. Compárese con los sistemas de energía solar térmica, que aprovechan el 70% de la energía captada. Pero cuando sirven para fines distintos, cualquier comparación es sólo un punto de interés.